Hace unos días Fran nos despachaba la noticia de que mushroom pillow ha dado boleto a La Costa Brava por no vender como una superstar (la disquera ha desmentido posteriormente y mediante comunicado en la web que esas sean las razones, pero no está claro). Días antes, comentaba que acordó con Roberto Astro que estos no les iban a publicar más discos a Australian Blonde. Casualmente, estos días me he comprado el último disco de DA (que ya sacó uno con mushroom): autogestionado en su totalidad y con un resultado brillante en calidad de sonido, diseño y canal de venta (el trato se hace directamente con Dani). O en su día Carnevisión, el primer disco de Fernando Alfaro y los Alienistas, bajo un nuevo sello propio y permitiendo la descarga gratuita antes de que saliera en las tiendas.
¿Será ese el camino? ¿Pagarse los discos, venderlos en los conciertos o por mail, o regalarlos, tocar todo lo que se pueda y en todos los formatos posibles y aspirar a no vivir de la música? Puede ser.
¿Será ese el camino? ¿Pagarse los discos, venderlos en los conciertos o por mail, o regalarlos, tocar todo lo que se pueda y en todos los formatos posibles y aspirar a no vivir de la música? Puede ser.
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